Responsabilidad al volante. ¡Depende de ti!
En los últimos años, desde la Dirección General de Tráfico, se han marcado un objetivo claro. Reducir drásticamente la mortalidad en la carretera. Para ello, se han incrementado los controles de carretera, radares, y se han endurecido las sanciones.
Además, las carreteras cada vez son mejores y los vehículos vienen cada vez mejor preparados con todo tipo de sistemas que aumentan la seguridad.
Pero hay un componente que es más difícil de controlar: el factor humano. Y más concretamente las negligencias de los conductores. Comportamientos que provocan accidentes y que serían fácilmente evitables, simplemente con una conducción más responsable. A continuación enumeramos algunos de estos comportamientos a corregir o desterrar:
Velocidad
La velocidad que nos indica la señal de tráfico no está puesta allí de forma caprichosa. Se trata de una velocidad adecuada a la vía en la que circulas y calculada para nuestra seguridad. Además circular a velocidades elevadas reduce nuestro campo de visión y nuestra capacidad de reacción. No se trata de ir despacio, sino a una velocidad adecuada.
Prioridad de Paso
En muchas ocasiones, al llegar a una intersección, no tenemos claro si debemos ceder el paso o tenemos preferencia. Es fundamental tener claros estos conceptos. Por supuesto, ante pasos de cebra y lugares de afluencia de escolares, la precaución debe ser aún mayor si cabe.
Distracciones
La proliferación de dispositivos electrónicos como el GPS o el teléfono móvil, así como otros factores como el consumo de tabaco al volante o de bebidas y alimentos, ha hecho que ésta sea la principal causa de mortalidad en carretera.
Falta de Descanso
Debemos tomar conciencia de la necesidad de conducir siempre cuando estemos descansados, y evitar coger el coche tras una comida copiosa o tras haber realizado un esfuerzo importante. Además, aunque antes hayamos descansado lo suficiente, es vital realizar descansos regularmente durante largas travesías.
Consumo de Alcohol
Aunque pueda parecer obvio, aún se sigue considerando que un poco de alcohol no afecta demasiado a la conducción. Además se ha observado un incremento de los casos en los que además de alcohol, se detectan drogas en los controles que se llevan a cabo.